En el contexto de las crecientes protestas en el sector agrícola en Europa, el malestar creciente de las personas productoras con las políticas agrarias, el proyecto SWIFT, cuyo objetivo fundamental es eliiminar todo tipo de desigualdad en la agricultura en Europa, se solidariza y respalda las demandas y acciones llevadas a cabo por las pequeñas agricultoras que elevan su voz para visibilizar y demandas las injusticias existentes y que son la principal causa de expulsión de los y las pequeñas productoras en Europa. En particular, compañeras del proyecto como el Sindicato Labrego Galego o Isa Álvarez, de URGENCI, han puesto de manifiesto el foco del problema, que nosotras queremos contribuir a visibilizar. Asimismo, apoyamos también  el escrito publicado por las Ramaderes de Catalunya que en nuestra visión también ayuda a entender el foco del problema al que se enfrentan las productoras.

El Sindicato Labrego Galego emitió un comunicado el 2 de febrero, donde realiza una valoración de las movilizaciones actuales y expone su postura. El sindicato subraya la relevancia de la alimentación como un derecho humano básico y aboga por un modelo agroecológico que salvaguarde la soberanía alimentaria. Denuncian las políticas agrarias capitalistas neoliberales que consideran los alimentos como mercancías, impulsando modelos agroindustriales intensivos y contaminantes. El SLG se une a las movilizaciones en toda Europa, demandando precios justos y medidas que alivien las cargas burocráticas para las pequeñas y medianas explotaciones.

En una declaración conjunta, las Ramaderes de Catalunya expresan su preocupación por los aumentos en los costos de producción, el alza en los precios de los combustibles y las condiciones climáticas extremas. Critican el control ejercido por las grandes cadenas agroalimentarias y supermercados, abogando por un cambio hacia un modelo agroecológico centrado en la proximidad y la sostenibilidad.

Ambas colectivas resaltan la urgencia de medidas concretas, como la garantía de precios justos, la reducción de la burocracia (“Foc als papers”, según Ramaderes) y la revisión de acuerdos comerciales desfavorables. Además, instan a la protección de la tierra, el agua y la biodiversidad como bienes comunes, solicitando la implicación activa de las administraciones para asegurar un futuro sostenible para la agricultura, alejado de enfoques mercadistas y en favor de las grandes distribuidoras.

En un artículo de Isa Álvarez titulado “El enfado del campo” y publicado en Viento Sur, se destaca la situación actual en España y la importancia de abordar las preocupaciones del sector. Isa ayuda a entender que las demandas en las movilizaciones no son las mismas, y mientras unas salen a la calle para exigir un cambio de un modelo que les ahoga, otros buscan perpetuarlo. También destaca la masculinización de las movilizaciones, y la invisibilzación en las movilizaciones de esas tareas y personas “imprescindibles para que la cadena siga funcionando”, como son las jornaleras.

El Proyecto SWIFT se solidariza con estas causas y reitera su compromiso con la defensa de los derechos y las condiciones dignas para las personas productoras. La actual situación del sector agrícola en Europa demanda una respuesta colectiva, y desde SWIFT nos unimos al posicionamiento del SLG y Ramaderes, enfocándonos en denunciar los abusos y proteger los derechos de quienes trabajan en el sector primario.